Poner jarrones en las lápidas es una práctica común en muchos lugares y culturas por varias razones:
- Honrar y recordar a los difuntos: Los jarrones permiten colocar flores frescas o artificiales en las tumbas, lo cual es una manera de honrar la memoria de los seres queridos fallecidos ya que las flores pueden simbolizar el amor, el respeto y el recuerdo continuo hacia la persona que ha fallecido.
- Tradición y costumbre: En muchas culturas, es una tradición llevar flores al cementerio en fechas especiales como el aniversario de la muerte, el Día de Todos los Santos o el Día de los Muertos. Los jarrones facilitan la colocación y mantenimiento de estas flores.
- Estética y cuidado del espacio : Los jarrones pueden contribuir a la apariencia ordenada y cuidada del cementerio. Tener un lugar designado para las flores ayuda a mantener la limpieza y el orden del lugar.
- Práctico y duradero: Los jarrones en las lápidas son una solución práctica para mantener las flores en su lugar y evitar que se dispersen con el viento o se dañen. Además, algunos jarrones están diseñados para resistir las inclemencias del tiempo, lo que los hace duraderos.
En resumen, los jarrones en las lápidas sirven para facilitar el mantenimiento de las flores que se colocan en honor a los difuntos, mantener la estética del lugar y seguir tradiciones culturales y familiares.